(ZENIT Noticias / Washington, 08.01.2025).- El lunes 6 de enero, 14 días antes del inicio del nuevo gobierno del presidente Trump, el Papa ha nombrado un nuevo arzobispo para la capital del país. Dado que el nuevo arzobispo es el cardenal Robert W. McElroy, de San Diego, no pocos medios de comunicación americanos han destacado la tendencia abiertamente crítica y hostil de este hacia el nuevo presidente electo. En realidad, se trata de un cambio de continuidad pues el arzobispo saliente, el cardenal Wilton D. Gregory, es también abiertamente crítico con Donald Trump.
La Arquidiócesis de Washington se compone de 2.104 millas cuadradas en el Distrito de Columbia y los cinco condados de Montgomery, Prince George’s, St. Mary’s, Calvert y Charles en el estado de Maryland. Tiene una población total de 3.050.847 habitantes, pero apenas 671.187 son católicos. La importancia de esta diócesis de la Iglesia católica radica entonces en que es donde se encuentra la Casa Blanca.
El Papa había prolongado el mandato del cardenal Gregory durante dos años (la renuncia se presenta a los 75 y el arzobispo de Washington tiene ya 77 años). McElroy, de 70 años, anunció a mediados de junio de 2024 la bancarrota de la diócesis de San Diego por casos de abusos sexuales por parte del clero. En el pasado reciente, el obispo de San Diego ha enfrentado polémicas suscitadas por declaraciones heterodoxas en torno a temas, especialmente, de sexualidad humana.
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