(ZENIT Noticias / Washington, 19.10.2024).- Una reciente aclaración del Dicasterio para Textos Legislativos del Vaticano ha suscitado debates en torno a la política de los obispos estadounidenses con respecto a los días santos de precepto. La interpretación legal, emitida en respuesta a una consulta del obispo Thomas Paprocki de Springfield, Illinois, plantea un nuevo escrutinio sobre cómo se observan ciertos días santos cuando sus celebraciones se trasladan del domingo a otro día.
La carta del Vaticano, fechada el 4 de septiembre, se hizo pública a fines de septiembre y aborda la obligación de los católicos de asistir a misa cuando una solemnidad se traslada de su fecha original de domingo al sábado anterior o al lunes siguiente. La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) tiene una política de larga data, vigente desde 1992, que establece que cuando se trasladan algunos días santos, se elimina el requisito de asistir a misa.
Un conflicto de interpretaciones
El meollo del asunto gira en torno a si la obligación de asistir a Misa se mantiene cuando se traslada un día sagrado, como la Inmaculada Concepción u otras solemnidades. El obispo Paprocki, en su papel de presidente del Comité de Asuntos Canónicos de la USCCB, pidió una aclaración al Vaticano: «Si un día sagrado de obligación en Adviento, Cuaresma o Pascua se traslada a un lunes, ¿sigue vigente la obligación?». La respuesta del Prefecto para Textos Legislativos del Vaticano, el arzobispo Filippo Iannone, lo dejó claro: la obligación se mantiene.
El arzobispo Iannone afirmó que el Derecho Canónico enumera explícitamente las solemnidades que deben observarse como días sagrados de obligación. Entre ellas se encuentran la Natividad del Señor, la Epifanía, la Ascensión, el Corpus Christi y otras fiestas importantes. «El canon no permite excepciones», escribió. Por lo tanto, incluso si se traslada la celebración, la obligación se mantiene.
Sin embargo, la carta del Vaticano también reconoce el principio de “imposibilidad moral”, lo que significa que si asistir a Misa es realmente imposible para una persona, no es necesaria ninguna dispensa. Esto se aplicaría normalmente a situaciones graves, pero los inconvenientes menores, como misas consecutivas u obligaciones laborales, no califican como causa suficiente para faltar a Misa.
La política de 1992 de la USCCB bajo escrutinio
Si bien la postura del Vaticano es clara, quedan dudas sobre cómo se alinea con la política estadounidense. La USCCB tiene la autoridad de adaptar las leyes universales de la Iglesia a circunstancias particulares en los Estados Unidos. Desde 1992, sus normas establecen que cuando ciertos días festivos caen en sábado o lunes, se elimina la obligación de asistir a Misa. Sin embargo, la reciente aclaración del Vaticano parece poner en tela de juicio este enfoque.
Un ejemplo notable este año es la fiesta de la Inmaculada Concepción, la fiesta patronal nacional de los Estados Unidos, que normalmente se celebra el 8 de diciembre. En 2024, esta fiesta se traslada al lunes 9 de diciembre, ya que el 8 de diciembre cae en el segundo domingo de Adviento. Según la reciente interpretación del Vaticano, la obligación de asistir a la misa el 9 de diciembre debería seguir vigente, pero el calendario litúrgico de la USCCB para 2024 marca el día como “no un día santo de obligación”.
Posibles descuidos y desacuerdo interno
La discrepancia ha suscitado dudas sobre si se cometió un error en el calendario litúrgico de la USCCB para 2024. Algunos especulan que la omisión de la Inmaculada Concepción de los días santos de obligación este año puede haber sido involuntaria, ya que las normas de 1992 no cubren explícitamente esta situación particular.
Según fuentes cercanas a la USCCB, puede haber habido un desacuerdo interno entre el Comité de Asuntos Canónicos, dirigido por el obispo Paprocki, y el Comité de Culto Divino, presidido por el obispo Steven Lopes. Se sugiere que el comité del obispo Lopes creía que la obligación del día santo de la Inmaculada Concepción sería dispensada automáticamente por la ley universal ya que la fiesta se trasladó al lunes. Esta interpretación fue cuestionada por el obispo Paprocki, lo que llevó a su solicitud de una resolución formal del Vaticano.
Mirando hacia el futuro: una posible revisión de la política
La aclaración del Vaticano parece sugerir que, a pesar de las políticas pasadas de la USCCB, los católicos estadounidenses todavía están obligados a observar la Inmaculada Concepción como un día santo de obligación este año, a pesar de que se ha trasladado al 9 de diciembre. Esta situación puede impulsar a los obispos estadounidenses a revisar sus directrices de 1992 para garantizar la alineación con la ley universal de la Iglesia.
Por ahora, muchos católicos estadounidenses podrían encontrarse navegando entre mensajes contradictorios, ya sea para seguir la guía del calendario de los obispos nacionales o adherirse a la interpretación más estricta del Derecho Canónico por parte del Vaticano. De cualquier manera, el reciente fallo destaca la complejidad del derecho de la Iglesia y el cuidadoso equilibrio entre las adaptaciones nacionales y las expectativas de la Iglesia universal. Mientras los obispos estadounidenses se reúnen en las próximas reuniones, es probable que este tema sea un tema de discusión importante, que potencialmente conduzca a una revisión que se alineen más estrechamente con las directivas de Roma.
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