LUCERNA, lunes, 8 junio 2009 (ZENIT.org).- El profesor Ibrahim Muhammad de Bangladesh recibió el pasado 5 de junio en Suiza el Premio Caritas 2009 para la humanidad por su labor educativa.
 
Unas 700 personas aplaudieron este viernes al profesor Ibrahim Muhammad, de  Bangladesh, galardonado con el Premio Caritas 2009 para la humanidad, en el curso de una ceremonia solemne en el Centro de Cultura y de Congresos de Lucerna, Suiza.
 
Este profesor de física de 64 años, con gruesas gafas, largos cabellos azabache y optimismo a toda prueba, enseña en la Universidad de Dacca, la capital de uno de los países más pobres del mundo.
 
El premio, dotado con diez mil francos, le ha sido concedido por haber creado en su país un "sistema de educación vanguardista que se basa en el principio del empresariado social". Trabaja desde hace treinta años en su organización "Centre for Mass Education and Science" (CMES).
 
El sistema de educación puesto a punto por el físico "combina estrechamente la formación y la cualificación profesional".
 
Los alumnos reciben una formación de base, cursos de desarrollo de la personalidad y una formación profesional que les permiten enseguida fundar su propia empresa.
 
Su contribución educativa es una respuesta a la falta de posibilidades de formación y la escasez de salidas ofrecidas a los niños y jóvenes de su país.
 
Muchos niños bangladeshíes abandonan prematuramente la escuela primaria o no están escolarizados en absoluto. Actualmente, cerca de 30.000 niños frecuentan los centros fundados por  Ibrahim Muhammad.
 
Durante la ceremonia de entrega, la consejera nacional Barbara Schmid-Federer rindió homenaje al compromiso desde hace varias deceas de años del galardonado en favor de la formación de los niños y jóvenes desfavorecidos. Ibrahim Muhammad invertirá el importe del premio en un proyecto de formación profesional.
 
El doctor en física galardonado es también presidente de la sociedad para la energía solar de Bangladesh, así como experto cerca de organizaciones internacionales de la ONU, como el Programa Alimentario Mundial o la Unesco.

La consejera nacional Barbara Schmid-Federer subrayó que el Premio Caritas era una distinción merecida por Ibrahim Muhammad. No sólo dio concreción al derecho a la formación sino que se comprometió también en una ayuda al desarrollo basado en la equidad social y la durabilidad.
 
Por Nieves San Martín