NUEVA DELHI, lunes, 12 junio 2006 (ZENIT.org).- Ante el drama de más de 100 millones de niños sometidos a explotación laboral en la India, desde el episcopado católico del país se lanzan propuestas para poner freno a este fenómeno.

Y es que el progreso que experimenta La India no se acompaña de la disminución de la «enfermedad social» del trabajo infantil, denuncia el obispo Joshua Mar Ignathios --auxiliar de la archidiócesis de Trivandrum--, presidente de la Comisión del Trabajo perteneciente a la Conferencia de los Obispos Católicos del país (CBCI).

Su alarma se contiene en la carta que, bajo el título «Despierta, levántate y detén el trabajo infantil», anticipó el viernes a toda la comunidad católica de su nación con ocasión de la Jornada Mundial contra el Trabajo Infantil que se celebra este lunes.

«El final del trabajo infantil: un objetivo a nuestro alcance» es el lema de la Jornada --que coordina la Organización Internacional del Trabajo-- de este año, que busca sensibilizar a la comunidad internacional sobre la condición de más de 200 millones de niños y niñas de todo el mundo sometidos a explotación laboral.

No sólo la pobreza genera el fenómeno del trabajo infantil en La India --puntualiza el obispo Joshua Mar Ignathios en su misiva--, sino también la dejación de la sociedad. De ahí que, desde la Comisión de la CBCI, se invite a afrontar el problema con gestos concretos.

Y es que, a pesar de las leyes nacionales, pronunciamientos judiciales, políticas y programas, lo cierto es que persiste el fenómeno del trabajo infantil en La India, algo que interpela directamente ya a la responsabilidad de cada uno, según traza el prelado en su carta.

Sugiere que se denuncien episodios de explotación cuando se sepa de ellos; que se rechace acudir a tomar algo a hoteles si quienes sirven son niños, y que se pregunte al responsable del local por la edad del empleado, si se sospecha que es menor.

Igualmente invita a que se ayude a las familias que no puedan permitirse la escolarización de los hijos, y que se trabaje junto a ONG (Organizaciones no gubernamentales) presentes en el país para que los empleadores de oficinas, hoteles y tiendas expongan visiblemente un aviso: «Aquí no hay empleados niños».