MOSCU, 20 agosto (ZENIT.org).- San Nicolás II. Así será llamado a partir de ahora por los rusos el último zar de rusia, asesinado junto a su familia. La canonización por parte de la Iglesia ortodoxa rusa tuvo lugar hoy en la catedral del Salvador de Moscú, símbolo del renacimiento de la fe tras el invierno comunista.
La solemne ceremonia fue presidida por el patriarca de Moscú y toda Rusia, Alejo II, con la participación de los miembros del Concilio arzobispal y otros altos prelados de la Iglesia ortodoxa rusa.
A la derecha del altar donde se celebró la ceremonia se encontraban algunos de los descendientes del zar Nicolás II, entre ellos la gran duquesa María Vladimirovna, su madre Leonida Gueorguievna, del mismo rango, y el gran duque Gueorgui.
La canonización de Nicolas II y su familia, asesinados por los bolcheviques el 18 de julio de 1918, y de otro millar de «mártires de Rusia» fue aprobada por el Concilio de la Iglesia Ortodoxa Rusa el pasado lunes.
En la resolución de la canonización, el Concilio indicó que «los sufrimientos padecidos por la familia imperial en el cautiverio, la humildad y resignación cristiana con que aceptaron su martirio, son una victoria de la fe de Cristo sobre el mal».
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Aug 20, 2000 00:00