(ZENIT Noticias / Roma, 09.10.2024).- En un poderoso acto de caridad, los miembros del Sínodo de los Obispos del Vaticano donaron un total de 62.000 euros para apoyar a una parroquia de Gaza, demostrando así el compromiso permanente de la Iglesia de ofrecer ayuda concreta a los afectados por el conflicto. La colecta fue iniciada por el Dicasterio para el Servicio de la Caridad del Vaticano durante la sesión del 7 de octubre del Sínodo sobre la Sinodalidad, que marca el aniversario del inicio de la guerra en Tierra Santa.
El cardenal Konrad Krajewski, limosnero papal, encabezó esta iniciativa y repartió personalmente una cesta de donaciones entre los 368 participantes del Sínodo antes de la sesión de la tarde en el Aula Pablo VI del Vaticano. El gesto, aunque sencillo, tenía un profundo significado. No solo simbolizaba la ayuda financiera, sino también un sentido compartido de responsabilidad y solidaridad con quienes sufren las penurias actuales en Gaza.
La colecta, que ascendió a 32.000 euros aportados por los participantes del Sínodo, se complementó con otros 30.000 euros aportados por el propio Vaticano, lo que eleva el total a 62.000 euros. Estos fondos fueron enviados rápidamente al padre Gabriel Romanelli, párroco de la Iglesia de la Sagrada Familia en Gaza, a través de la Nunciatura Apostólica en Jerusalén.
El padre Romanelli, en un conmovedor mensaje de vídeo junto a un grupo de niños y padres de su parroquia, expresó su profunda gratitud al Papa Francisco y a los miembros del Sínodo por su generosidad. «Les agradecemos sinceramente sus oraciones, su cercanía y la ayuda concreta que han brindado», dijo, enfatizando la extrema necesidad de un apoyo continuo en una región que aún se recupera del impacto del conflicto.
El Papa Francisco, que ha estado en contacto diario con el padre Romanelli desde el estallido de la guerra, ha sido un defensor constante de la paz en la región. El mismo día de la colecta, el Papa instó a los católicos de todo el mundo a utilizar las «armas del amor» (la oración, el ayuno y la caridad) como parte del llamado de la Iglesia a la paz en Oriente Medio.
El Dicasterio para la Caridad del Vaticano también destacó el significado espiritual más profundo de este acto caritativo. En una declaración, recordó a los fieles que «la oración y el ayuno son incompletos sin la limosna», instando a las personas a dar de una manera que «les haga sufrir», es decir, a renunciar a algo que aprecian para ayudar a quienes sufren o enfrentan la muerte.
El video de agradecimiento desde Gaza fue recibido con aplausos por los participantes del Sínodo, un momento emotivo que subrayó el impacto tangible de su esfuerzo colectivo. Paolo Ruffini, Prefecto del Dicasterio para la Comunicación y Presidente de la Comisión de Información del Sínodo, confirmó el éxito de la colecta y transmitió el profundo agradecimiento que sienten los habitantes de Gaza por la labor del Vaticano.
Mientras la guerra sigue proyectando su sombra sobre Gaza, donde la vida cotidiana está marcada por la destrucción y la escasez, esta donación representa más que un simple apoyo financiero: es un símbolo del compromiso permanente de la Iglesia con la paz, la compasión y la solidaridad con los necesitados. Los fondos, ahora en manos del padre Romanelli y su comunidad, ayudarán a proporcionar recursos críticos a las familias de Gaza que están lidiando con desafíos abrumadores.
Este acto de donación del Sínodo sirve como recordatorio de que la misión de la Iglesia trasciende las fronteras, ofreciendo no solo orientación espiritual sino también apoyo material a quienes padecen las realidades más duras de la guerra. El contacto diario del Papa Francisco con el padre Romanelli y su llamado a la oración y el ayuno mundial son reflejos de una Iglesia que sigue profundamente comprometida en la búsqueda de la paz, incluso en los tiempos más oscuros.
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