La imponente máquina organizativa del encuentro final

Más de 12.500 baños instalados, 20 millones de litros de agua mineral

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CIUDAD DEL VATICANO, 11 agosto (ZENIT.org).- Todos los caminos llevan a Roma. También los de las Jornadas Mundiales de la Juventud: en seis recorridos diferentes. En efecto, éste es el número de los itinerarios previstos por los organizadores para que los cientos de miles de chicos y chicas, con la mochila a espaldas, puedan confluir en la explanada de Tor Vergata, situada en las afueras de Roma, para participar en su cita con el Papa.

El lugar escogido para el encuentro –en la plaza de San Pedro no había espacio suficiente– es un descampado de 350 hectáreas que hasta hace unos meses estaba lleno de escombros y fango y que ahora ha sido transformado por el Ayuntamiento de Roma en zona verde para acoger a los jóvenes.

La seguridad ante todo
Se trata de seis itinerarios pensados para ser recorridos a pie –el más largo es de diez kilómetros setecientos metros y el más corto de unos cinco kilómetros–, denominados con otras tantas letras del alfabeto. Los senderos de los jóvenes peregrinos de la aurora del tercer milenio estarán «escoltados», desde el inicio hasta el final, por personal de servicio, médicos, agentes de policía, dispuestos a responder a cualquier emergencia. Al inicio del recorrido, se encuentra una estación dotada de todos los servicios. A través de cada uno de los itinerarios se han colocado cinco centros con baños y tres de agua mineral –a lo largo del camino se distribuirán gratuitamente 20 millones de litros–. Además, durante todo el tiempo que tardarán los jóvenes en llegar a la explanada, motocicletas médicas recorrerán constantemente los diferentes itinerarios. En cada uno de estos recorridos hay quince puestos de voluntarios que están disponibles para responder a las necesidades de los jóvenes.

Al llegar a la explanada de Tor Vergata, los seis ríos de jóvenes desembocarán en un delta dividido por sectores, según el camino recorrido para llegar al acontecimiento. Cada uno de los chicos y chicas tendrá una entrada y una tarjeta de seguridad del color del área asignada. El verde indicará el espacio reservado a las personas con minusvalías físicas (unos cinco mil), que obviamente serán transportados directamente a sus lugares, situados frente al palco del Papa.

30 kilómetros de nuevas carreteras
Como se puede apreciar, nos encontramos ante una organización verdaderamente imponente que ha llevado, entre otras cosas, a la construcción de 30 kilómetros de nuevas carreteras y que prevé además la utilización gratuita del transporte público del 14 al 21 de agosto para todos los jóvenes que poseen el pase de entrada a las Jornadas Mundiales de la Juventud.

Stefano Landi, vicecomisario extraordinario para el Jubileo, ha explicado algunos detalles organizativos a los micrófonos de «Radio Vaticano». «En estos momentos, estamos terminado de colocar 38 centros de servicios que se pondrán a distribución de los jóvenes, al llegar a la explanada», explica. «Se trata de «espacios técnicos» –por llamarlos de algún modo– en los que se encuentra un puesto de policía, un centro de primeros auxilios, una serie de stands que acogen algunos servicios comerciales, un puesto de distribución gratuita de agua potable –en total habrá tres mil fuentes– y, algo importante, depósitos para poder tirar la basura. En algunos de estos 38 centros de servicios se encuentran también puestos de información para que los jóvenes puedan recibir información sobre su viaje de regreso o su permanencia en Roma».

Una fila de kilómetros de baños
Una de las preocupaciones más naturales, ante un encuentro de estas dimensiones son los servicios higiénicos. Algo decisivo, sobre todo, si se tiene en cuenta que muchos jóvenes pasarán la noche entre el sábado 19 y el domingo 20 en la explanada. Landi, se siente tranquilo: «Mire, en el área de Tor Vergata será más fácil ver los baños que el palco central. En estos momentos, ya hemos colocado 12.500. Imagínese, nos encontramos ante filas de kilómetros de servicios sanitarios».

El señor Landi ha recorrido el trayecto más largo previsto para llegar a la explanada con una mochila como la que cargarán los chicos y chicas y ha tardado dos horas y media. «Hay que tener en cuenta que soy un muchacho algo crecido –añade Landi–, pues tengo 44 años. Me imagino que si tuviera 18 lo hubiera hecho antes».

Los jóvenes que quieran conseguir un buen lugar para ver mejor al Papa, en la vigilia del sábado, comenzarán a llegar a partir de las dos de la mañana de ese día. Para las cuatro de la tarde casi todos se encontrarán en sus lugares.

El centro de la reunión será una cruz de madera de 36 metros y un gran palco de dos mil metros cuadrados de superficie.

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ZENIT Staff

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