LONDRES, 16 agosto (ZENIT.org).- El gobierno dirigido por Tony Blair ha autorizado hoy la clonación de embriones humanos con fines científicos.
Un comunicado difundido esta mañana por el ministerio de Salud británico explica que el gobierno ha «aceptado» las conclusiones del esperado informe sobre esta materia realizado por encargo del director de la Salud pública, Liam Donaldson.
En la nota oficial, el ministerio subraya que, de todos modos, la decisión final le corresponde al Parlamento. «El gobierno –dice el comunicado– presentará este año en el Parlamento las reglamentaciones orientadas a ampliar la investigación a los embriones prevista por la «Human Fertilisation and Embryology Act»´ de 1990».
El gobierno, continúa diciendo la nota, «propone que el Parlamento decida sobre estas reglamentaciones con un voto libre, pues es un tema que toca la conciencia de algunos».
El ejecutivo británico ha confirmado su prohibición de la clonación humana con fines reproductivos y ha anunciado que presentará una ley destinada a garantizar el respeto de esta interdicción.
La Iglesia católica condena moralmente la clonación de embriones humanos, pues constituye la violación más grave de los derechos de la persona humana (cf. Academia Pontificia para la Vida, «Reflexiones sobre la clonación (1997)». De hecho, según la decisión del ejecutivo británico, los embriones humanos, que ya tienen una identidad y dignidad propia, serán suprimidos en aras de la investigación científica.