La Santa Sede pide solidaridad para los 22 millones de refugiados

Participa en el aniversario de los 50 años de ACNUR

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ROMA, 14 dic (ZENIT.org).- Todavía hoy, en todo el mundo, una de cada 269 personas se ve obligada a dejar la propia casa a causa de guerras y persecuciones.

Para conmemorar aquel 14 de diciembre de hace cincuenta años, cuando la Asamblea General de Naciones Unidas decidía instituir el Alto Comisionado para los Refugiados, se celebró esta mañana una recepción en el Palacio Rospigliosi de Roma.

En el encuentro, intervino, en nombre de la Santa Sede el obispo Michael Louis Fitzgerald, secretario del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, quien recordó el llamamiento hecho por el Papa el domingo pasado en ayuda a los refugiados.

«Este aniversario –explicó– marca 50 años de experiencias y sufrimientos para millones de hombres, pero también de generosidad, de acogida y de nacimiento de nuevas esperanzas».

El Papa, el domingo pasado, antes de rezar el «Angelus», recordó este aniversario, subrayando que es «una fecha importante para muchos que, obligados a huir de los propios países a causa de la guerra o de la persecución, han encontrado en este Programa protección y asistencia».

Juan Pablo II dio también las gracias a «cuantos, hombres y mujeres, han ofrecido generosamente tiempo, inteligencia, y generosa disponibilidad incluso más allá de sus deberes de trabajo, para llevar ayuda a estos refugiados».

Hoy, los refugiados y otras personas bajo la competencia del ACNUR son más de 22 millones, dos veces más que hace tan sólo hace diez años.

En estos cincuenta años, ACNUR ha asistido a unos cincuenta millones de personas refugiadas en su mayoría fuera de sus fronteras nacionales. Cuenta con un presupuesto de 900 millones de dólares, que es considerado, sin embargo, como insuficiente por sus directivos.

Esta «máquina» humanitaria es movida por un engranaje de cinco mil empleados en 120 países, que en ocasiones tienen que afrontar situaciones de riesgo. Treinta colaboradores de este programa han sido asesinados a lo largo de su historia.

El mayor número de refugiados está en Asia, con 7,3 millones de civiles prófugos causados por conflictos armados. Más de 2,5 millones de afganos viven todavía en Irán, Pakistán e India. África cuenta con 6,2 millones de refugiados sobre todo burundeses, sierraleoneses, somalíes, sudaneses y angoleños.

En América del Norte son más de un millón, mientras que en América Latina y el Caribe hay 90.000. En Oceanía son 80.000.

Europa, con 7,2 millones de refugiados, ocupa el segundo lugar como tierra de asilo después de Asia y supera incluso a África. En un año, desde el 99 hasta hoy, los que no tienen patria en Europa han aumentado en un millón de personas. La distribución dentro de la UE no es homogénea. Se pasa de una relación de 20 refugiados por cada mil habitantes, en Suecia; a la situación de los países de la Europa meridional, donde hay menos de 5 refugiados por mil residentes.

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ZENIT Staff

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