JERUSALÉN, 21 dic 2000 (ZENIT.org).- La Custodia Franciscana de Tierra Santa difundió hoy el programa de las celebraciones navideñas que tendrán lugar en Belén, aunque la situación de violencia plantea algunas incógnitas.

Las celebraciones son prácticamente las de años anteriores, pues se establecen según un estatuto de normas que rigen la vida de las Iglesias en los lugares santos desde el siglo pasado, es decir, desde la época otomana.

De este modo, la visita de Navidad a la ciudad de Jesús del patriarca latino de Jerusalén, Su Beatitud Michel Sabbah, debería estar acompañada por un cortejo de coches desde Jerusalén hasta Belén.

Hasta la entrada de la ciudad, que se encuentra bajo territorio dependiente de la Autoridad Nacional Palestina, el patriarca debería ser escoltado por la policía israelí. Desde ahí, hasta la Basílica de la Natividad, lo debería hacer la seguridad palestina.

La procesión debería detenerse, como todos los años, ante la Tumba de Raquel, donde el patriarca suele recibir el homenaje de los párrocos y de los alcaldes de Belén, de Beit Jala y Beit Sahour.

Ahora bien, en estos momentos es imposible llegar a Belén pasando por la Tumba de Raquel, pues se ha convertido en objetivo de los ataques palestinos, al ser un lugar sagrado para el judaísmo y estar custodiado por soldados israelíes. Para llegar a la ciudad de Jesús, es necesario, por tanto, recorrer otras calles laterales.

Ahora bien, los problemas no terminan ahí. El puesto de control impuesto por Israel para acceder a Belén desde Jerusalén es muy rígido. Sólo pueden pasar los extranjeros mostrando el pasaporte y a pie. Los coches que superar el control son poquísimos. Las autoridades israelíes no han modificado todavía sus medidas para permitir, por ejemplo, el paso de autobuses.

Como quiera que sea, el programa de las festividades navideñas en Tierra Santa prevé la misa del gallo en la iglesia de Santa Catalina, presidida por el patriarca Sabbah, y las misas de la mañana del día 25.

Por otra parte, en la noche de hoy comenzó para los judíos la fiesta de Hanuka, o de las luces, al encender la primera vela en la Menorah, el candelabro judío.