BARCELONA, 22 dic 2000 (ZENIT.org).- Los organizadores del Encuentro Europeo de Jóvenes en Barcelona están dando los últimos retoques a esta tradicional cita, del próximo 28 de diciembre al 1 de enero de 2001, organizada por la comunidad ecuménica de Taizé.

Se espera una participación de 80.000 jóvenes, de los que 50.000 llegarán de fuera de España. Los participantes serán acogidos en parroquias de la ciudad condal y alrededores.

«Estamos recibiendo una respuesta doble de generosa que hace 15 años, cuando el encuentro también se celebró aquí --explica el hermano Emile, de la comunidad de Taizé, a la revista «Vida Nueva»--. Ha crecido la generosidad y el compromiso responsable. Y la ciudad bulle inquieta, esperando abrirse a un encuentro que sale a la búsqueda del nuevo siglo».

Entre los presentes, habrá más de 35.000 jóvenes de los países del Este de Europa: 2.900 de Rumanía, 2.800 de Croacia, 2.000 de Lituania, 1.000 de Ucrania y 1.000 de la actual Yugoslavia, la mayoría ortodoxos. Asimismo, participarán 7.000 jóvenes italianos, 4.000 que hablan alemán, de Austria, Alemania y Suiza. De toda España, participan 30.000 jóvenes.


Más de 4.000 jóvenes participarán como voluntarios.

Esta comunidad ecuménica (http://www.taize.fr/ fue fundada en 1940, cuando a la edad de veinticinco años, el hermano Roger dejó su país natal, Suiza, para ir a vivir a Francia. Había quedado inmovilizado durante años por una tuberculosis pulmonar. Durante esta larga enfermedad, había madurado en él la llamada a crear una comunidad en la que la sencillez y la bondad del corazón se vivieran día a día.

Al comenzar la Segunda Guerra Mundial, el hermano Roger tuvo la certeza de que debía ir inmediatamente a ayudar a las personas con dificultades. El pequeño pueblo de Taizé, donde él se asentó, estaba muy próximo a la línea de demarcación que dividía a Francia en dos: estaba, por lo tanto, bien situada para acoger a los refugiados que huían de la guerra.

Entre los refugiados que albergaba había judíos y de varias Iglesias cristianas, lo que imprimió desde un primer momento el carácter ecuménico de la comunidad. Comenzó así una vida común que ha continuado en Taizé desde entonces.

Para los jóvenes de Europa del Este, hace tan sólo unos años, participar en un encuentro así era un auténtico sueño. La dificultad para conseguir un visado para viajar a Roma, París y Barcelona, ciudades que, entre 1978 y 1988, acogieron ocho de los once encuentros de Taizé, fomentaron por aquellos años los encuentros clandestinos en las montañas de Bohemia, en el sur de la antigua Checoslovaquia, animados por la comunidad de Taizé.

El sacerdote catalán Carles Mascaró, que participó en una decena de ellos, recuerda que se trataba de algo excepcional para los jóvenes checos. «Aquella era una de las pocas ocasiones que tenían para poder hablar sin sentirse vigilados».

Tras la caída del comunismo, Polonia, en tres ocasiones, y Praga se han convertido en sedes de los encuentros de Taizé.

Los temas del encuentro «se encaminan a potenciar la vida interior --explica el hermano Emile-- y a la toma de responsabilidades». Entre ellos, están «Reconocer y vivir la llamada de Cristo» (taller al que el año pasado esperaban una asistencia de 500 personas y al final fueron 10.000); «El perdón es posible»; «Responsables del futuro»; «Hacer habitable la ciudad»; «La reinserción»; «Acoger al extranjero, un problema o una oportunidad»; «La economía sostenible»; y «Tiempo de silencio».

Juan Pablo II visitó la comunidad de Taizé el 5 de octubre de 1986. En aquella ocasión recordó el cariño que Juan XXIII había manifestado esta comunidad. «¡Ah, Taizé, esa pequeña primavera!», decía el Papa Bueno. Y Juan Pablo II comentó : «Mi deseo es que el Señor os guarde como una primavera que irrumpe y que os guarde pequeños, en la alegría evangélica y en la transparencia del amor fraterno».

El próximo jueves, 28 de diciembre, será la acogida y distribución de participantes entre familias y alojamientos colectivos. A las 19.00 horas, se celebrará la primera oración comunitaria. El viernes, 29 de diciembre, y el sábado, día 30, tendrá lugar los encuentros en pequeños grupos en las parroquias. El domingo los jóvenes europeos participarán en las diversas celebraciones de las parroquias. A las 23.00 horas, se reunirán en Vigilias de oración, también en las parroquias, seguida por la fiesta en los pueblos. Asimismo el lunes, 1 enero, continuarán las reuniones y hacia las 15.00 horas la partida hacia sus lugares de origen.

Desde 1989, cada año miles de jóvenes del Este participan en los encuentros europeos de Taizé. Once años antes estos encuentros juveniles navideños habían nacido en París.

El primer encuentro de Taizé tuvo lugar en París en 1978. En la capital francesa se celebró también en los años 1983, 1988 y 1994. En Barcelona, ha tenido lugar en 1979 y en 1975. Roma ha sido sede también tres veces, en los años 1980, 1982 y 1987; Asimismo, en Londres, se han reunido dos veces, en los años 1981 y 1986 y otras dos en Viena, en 1992 y 1997. Otras sedes han sido Colonia, Wroclaw, Praga, Budapest, Viena, Munich, Stuttgart y Milán. El año pasado el Encuentro Europeo de Taizé se celebró en Varsovia.