ROMA, 19 mar 2001 (ZENIT.org).- Poner en marcha un proyecto de educación familiar y ofrecer un apoyo financiero a los menos afortunados para mejorar las condiciones de vida es, en síntesis, el proyecto Fides, creado en India, en 1994, por sor Nancy Pereira, religiosa salesiana que en la actualidad tiene 74 años.
En 1997, sor Nancy dio vida al Banco de los Pobres, con un sistema de microcréditos concedidos, bajo determinadas condiciones, a quienes querían salir de su situación de miseria.
El préstamo permite comprar utensilios de trabajo o poner en marcha una pequeña actividad económica. Un primer paso para salir de situaciones degradadas en las que abunda el alcohol y los suicidios.
Ayer la religiosa salesiana recibió en San Giovanni la Punta, una ciudad cercana a Catania (Italia), la «Mimosa de oro» (en Italia la flor de la mimosa se regala a las mujeres el día de su fiesta, 8 de marzo). El premio anual se concede a mujeres destacadas por su sensibilidad y méritos sociales.
Una entrega que la religiosa intenta minimizar: «No tengo nada de especial, no me lo esperaba. Me han llamado y he venido. Visitando las aldeas indias, he visto la mortalidad infantil: mueren al menos dos o tres niños a la semana. Luego, he visto a los niños de la calle sin ninguna educación, sin nada. He visto también que la pobreza es tan grande que se manda a los niños a trabajar. Todo esto me ha empujado a formular un proyecto para la educación integral de toda la familia que se llama Fides».
«Hemos comenzado este programa educativo que dura seis años –añade–: dos años de educación, dos años para probar sus capacidades de ganar algo y los últimos dos años de formación profesional. El tercer año del proyecto, el Ayuntamiento de Bolzano (Italia) me concedió un fondo para los pobres».
–Zenit: Se trata de un sistema enteramente gestionado por madres de familia. ¿Nos puede explicar como funciona?
–Sor Nancy Pereira: Nos hemos acercado a las mujeres porque no es fácil contactar con los hombres. Hemos formado grupos de autosuficiencia de 15 a 20 mujeres. Ahora tenemos cerca de 90 grupos de mujeres. Nuestro primer compromiso es darles una educación sobre nutrición, sanidad, higiene, cuidado pre-natal, en el embarazo y en el parto.
Luego hemos impartido dos años de talleres para enseñar a las mujeres costura y otros trabajos. En el quinto y sexto año, las mujeres afrontaron pequeños proyectos para ganar su propio sustento. Les hemos enseñado también a no malgastar, a ahorrar. Como los bancos no aceptaban sus pequeñas sumas, hemos hecho nosotros una especie de cartillas de ahorro en las que las mujeres depositan sus ahorros.
–Zenit: ¿Qué piden, en general, a una persona que viene a pedir una financiación?
–Sor Nancy Pereira:Debe ser miembro de estos grupos y debe participar al menos al 75% en las actividades y clarses. Debe tener ahorrados en nuestras cartillas al menos el 25% de la cantidad pedida, y los más pobres el 10%. No pueden depositar sus ahorros hoy para reclamarlos mañana. Quiero poder constatar que han adquirido la costumbre de ahorrar cada semana algo para poder acumular la suma.
La persona que pide el préstamo debe también poderme decir en cuanto tiempo podrá restituir el préstamo. Estableceremos juntos el plazo –un año, seis meses– según sus posibilidades. Pedimos un porcentaje de intereses, sin insistir, sin embargo. Quien puede darlos, los dará.
