BOGOTÁ, 5 abr 2001 (ZENIT.org).- El arzobispo de la arquidiócesis colombiana de Popayán, acaba de excomulgar oficialmente a un grupo de guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) por perpetrar un salvaje atentado contra una iglesia.
El ataque contra el templo tuvo lugar el pasado sábado 31 de marzo por la tarde, cuando un grupo guerrillero asaltó la localidad de Almaguer. Destruyó el altar con una carga de dinamita, así como el sagrario que contenía las hostias consagradas.
Más tarde los guerrilleros destruyeron la casa del sacerdote anexa al templo para atacar con más facilidad el cuartel de la policía.
Ante una profanación tan evidente de la Eucaristía, un comunicado hecho público por el arzobispo Iván Antonio Marín López reconoce oficialmente que los guerrilleros han incurrido en excomunión «Latae Sententiae», según prevé el canon 1367 del Código de Derecho Canónico.
El mismo comunicado oficial, informa que en toda la arquidiócesis se ha organizado una colecta para ayudar a las familias de Almaguer. En el ataque fueron totalente destruidas más de 20 casas y otras cuarenta viviendas seriamente dañadas.
En la incursión de los guerrilleros tuvo lugar un tiroteo que se saldó, según un oficial del comando de la Policía en el departamento de Cauca, con tres heridos. Por otra parte, fuentes extraoficiales citadas por varias emisoras de radio locales manifestaron que la incursión provocó al menos seis muertos entre los agentes y los civiles, pero la Policía dijo que no tenía informaciones para confirmar dicho balance.