«La unidad por la que rezó el Señor en el Cenáculo –escribe el Papa en la misiva enviada al cardinal Miroslav Vlk, arzobispo de Praga y presidente saliente del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa– es una condición para la credibilidad del testimonio cristiano, hoy más que nunca debemos dirigir nuestra reflexión sobre esta relación profunda que juega un papel decisivo en el impacto que el mensaje cristiano tendrá en el mundo».
«En Europa es particularmente urgente un anuncio claro del Evangelio –afirma el mensaje pontificio–. Europa, entretejida por las diferentes culturas, tradiciones y valores ligados a los países que la forman, Europa no puede ser comprendida ni edificada sin tener en cuenta las raíces que forman su identidad original; no puede ser construida rechazando la espiritualidad cristiana que la impregna».