ROMA, 4 julio 2001 (ZENIT.org).- Presentada hace unos días en Marsella (Francia), con motivo del «Fiction du reel», festival internacional de documentales, la serie sobre los diez mandamientos, realizada por la holandesa Icon TV, es una revisión de los mismos, en la que la emisora de los País Bajos ha dado carta blanca a los diez mejores documetalistas del país conciliando las motivaciones éticas y teológicas con las exigencias de producción.
El primer capítulo, «Yo soy el Señor Dios. No tendrás otro Dios distinto a mí» se convierte en una lectura del Creador en la que, estimuladas por Vuc Janic, algunas personas hablan de experiencias dolorosas que han acabado por reforzar sus convicciones religiosas.
«No nombrarás el nombre de Dios en vano» ha impulsado a Karin Juger a considerar las veces en las que el Altísimo ha sido invocado para santificar guerras y exterminios, pero la directora testimonia también la importancia de la fe religiosa para los militares de una nave de guerra que ha trabajado en Kosovo.
«Acuérdate de santificar las fiestas», el mandamiento más violado, según Paul Cohen, hace reflexionar sobre el hombre moderno, engranaje de una máquina productiva, que no se detiene nunca, que corre el riesgo de perder completamente su propia dimensión espiritual, aplastada por la material.
«Honra a tu padre y a tu madre», de Niek Koppen, es una provocativa odisea de un niño abandonado por sus padres.
«No matar», de John Appel, es una advertencia a no dejar que los otros mueran sin que nadie se de cuenta.
«No cometer actos impuros», de Fatima Jebil-Ouanzani, afronta el tema de la infidelidad conyugal, de la mentira y del dolor de quien ha sido traicionado.
«No robar» es la oportunidad de Heddy Honigmann para indagar sobre las diversas formas de sustracción, las generadas por el deseo de desafío, por la ignorancia, la necesidad y la enfermedad,
«No dar falso testimonio», der Pieter Fleury, reflexiona sobre la verdad y la manera de representarla.
El respeto a la propiedad y la cultura de los otros está en el centro de documental que se ocupa de los dos últimos mnadamientos, realizado por Jacqueline van Vougt y Gregor Meerman, en una selva amazónica, donde se reconstruyen las vivencias de una población indígena, amenazada por una compañía petrolífera, y defendida por un capuchino, Alejandro Labaka, asesinado en 1997.
Nacida de una idea del productor Paul de Bont, de la Ryninsk Films, y del jefe del departamento de documentales de la Icon TV, Wessel van der Hammen, la serie que ha supuesto dos años de trabajo fue transmitida a comienzos de este año en Holanda, con una buena acogida.
Las películas han sido ya adoptadas por tres mil instituciones educativas con el fin de estimular a las jóvenes generaciones a debatir sobre un argumento tan crucial.