INTROD, 12 julio 2001 (ZENIT.org).- Los vecinos de las zonas afectadas por un aluvión en el Valle de Aosta, el pasado 15 de octubre, regalarán al Papa el próximo domingo un video donde se cuenta la peor inundación de su historia. Los alcaldes de Nus, Gressoney, Cogne, Fenis, Pollein y Donez saludarán al Papa. Ninguno ha invitado a Juan Pablo II porque quieren respetar su descanso, pero sueñan con una improvisada visita del Papa, algo que no se puede excluir, porque al Pontífice le gustan estos gestos inesperados. Lo que es cierto es que no se sabrá con antelación porque los itinerarios diarios son "top secret", como es evidente por motivos de seguridad.
Ayer, Juan Pablo II realizó otra caminata por las alturas de La Thuile de poco más de siete horas, desde las 10,45 a las 18,15 y tanto al salir como al entrar, hizo detener la caravana de coches por unos diez minutos para saludar a los grupos de vecinos reunidos en Les Combes.
Muchos niños le han inundado materialmente el coche de dibujos hechos por ellos mismos, mientras que el secretario, monseñor Stanislao, les daba a cambio caramelos.
La espera de los vecinos de los pueblos afectados por los desprendimientos no es infundada. El año pasado, por ejemplo, estuvo dos veces en Saint Barthelemy, que había sido casi arrasado por una inundación. Y también estuvo en Nus y Cogne, donde antes había celebrado una misa pública en 1994, o en Fenis. Quizá el domingo, en el Angelus, cuando lo saluden los alcaldes y le entreguen el vídeo, podamos saber un poco más.
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Jul 12, 2001 00:00