La ayuda, que será enviada por el Consejo Pontificio «Cor Unum», está destinada a Cáritas Polonia para que la haga llegar a las víctimas de los aluviones.
De este modo, el Papa quiere expresar con un gesto de solidaridad su cercanía espiritual con todos los afectados por la catástrofe. Se trata de una iniciativa que suele adoptar con todos aquellos países víctimas de tragedias naturales.
Ayer murieron dos personas en Varsovia, elevándose a unas 30 el número de las víctimas mortales provocadas por la emergencia ambiental. Miles de personas han tenido que abandonar sus casas. La situación metereológica no mejora y según los expertos nuevas lluvias torrenciales se abatirán sobre el país.