«El Santo Padre ha querido aprovechar esta oportunidad para repetir la inaceptabilidad ética de las "propuestas para la creación, por motivos de investigación, de embriones humanos destinados a la destrucción durante el proceso". Por otra parte es importante no olvidar lo que Juan Pablo II escribió en su famosa encíclica "Evangelium vitae": "La misma condena moral concierne también al procedimiento que utiliza los embriones y fetos humanos todavía vivos --a veces "producidos" expresamente para ese fin mediante la fecundación in vitro-- sea como "material biológico" para ser utilizado, sea como abastecedores de órganos o tejidos para trasplantar en el tratamiento de algunas enfermedades. En verdad, la eliminación de criaturas humanas inocentes, aun cuando beneficie a otras, constituye un acto absolutamente inaceptable"».