PEKIN, 12 noviembre 2001 (ZENIT.org).- El Gobierno chino podría considerar la realización de cambios en su política hacia la religión en una gran conferencia sobre asuntos religiosos prevista para finales de este mes, revela un protestante chino a la agencia Compass.
Funcionarios del Gobierno de la Oficina de Asuntos Religiosos se han aproximado a varios líderes respetados de comunidades protestantes para establecer un primer acercamiento. A estos líderes se les ha pedido que influyan en los miembros de las iglesias y comunidades cristianas para que consideren su registro oficial y terminen con lo que el Gobierno ve como una postura de confrontación.
Al menos un líder, sin embargo, declinó educadamente cooperar, temiendo que podría convertirse en un instrumento manipulado por el Gobierno.
Varios líderes de comunidades protestantes informaron de un descenso de la presión desde el verano. Las posibles razones, dijeron, podrían ser la incorporación de China a la Organización Mundial del Comercio y la obtención de Pekín del derecho a albergar las Olimpiadas de 2008.
El Gobierno chino ha suavizado también su actitud hacia el Vaticano después de que el Papa pidiera perdón públicamente el 24 de octubre por los errores del pasado hechos por los misioneros católicos en China, constatan las fuentes de Compass.
Según Compass es demasiado pronto para saber si habrá avances significativos hacia una auténtica libertad religiosa o si los cambios será meramente tácticos y cosméticos con el objetivo de dividir y controlar ulteriormente a las iglesias domésticas protestantes y a los católicos subterráneos.
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Nov 12, 2001 00:00