El padre Hubert Hofmans, religioso holandés de la Congregación de los Marianhill fue asesinado el viernes pasado en Lae, Papua Nueva Guinea.

El sacerdote fue agredido y después ejecutado con un arma de fuego por algunos desconocidos del «Antioch Youth Center», institución de la que era responsable el padre Hofmans.

«Papua Nueva Guinea --ha explicado a Radio Vaticano el obispo de Vanimo, Cesare Bonivento-- vive una gran crisis social y económica. Todos son atacados y particularmente aquellos de quien se piensa que pueden tener algo de dinero. En ocasiones quedan decepcionados: el padre Hubert no tenía más que pocas monedas».