Así lo afirma en su edición de mañana el diario alemán «Frankfurter Rundschau» citando fuentes de los servicios secretos extranjeros. Estas informaciones no han sido confirmadas por el momento por el Gobierno de Berlín, que intenta recuperar el contacto con los detenidos, cuatro alemanes, dos estadounidenses y dos australianos, todos ellos acusados de proselitismo.
Los ocho cooperantes fueron detenidos el pasado agosto por intentar, según los talibán, convertir a los musulmanes afganos al cristianismo, acusación que puede ser castigada con la pena de muerte. El juicio, que se inció en septiembre en Kabul, quedó interrumpido por los atentados del 11 de septiembre y la campaña estadounidense de bombardeos.