MURCIA, 25 noviembre 2001 (ZENIT.org).- «El periodista cristiano no puede hablar de Dios si no está presente en su vida». Esta es la constatación que hizo Alex Rosal, director del semanario «Fe y Razón», al intervenir este sábado en el Congreso Internacional «Hacia una nueva cultura cristiana».
El encuentro, que tuvo lugar entre el 23 y el 24 de noviembre, se celebró en Murcia por iniciativa de la Universidad Católica San Antonio (UCAM) con el patrocinio del Consejo Pontificio para la Cultura.
Al abordar la identidad del periodista cristiano, Rosal citó las palabras del cardenal Joseph Ratzinger en el último Sínodo de los obispos, cuando decía «la Iglesia habla en este momento más de sí misma que de Dios y de su Palabra» por lo que su mensaje no consigue la adecuada difusión.
«La comunicación clericalista no está ayudando a la gente de la calle», añadió el periodista.
Para solucionar este problema, a juicio del conferenciante, «el periodista debe reflejar en su trabajo a gente viva, testimonio del mensaje de Jesucristo por su propia vida y no sólo por sus palabras».
«El error que se comete es dar la palabra a gente con un buen discurso teórico, pero que no tienen ejemplo de vida --aclaró--. Por eso el mensaje del Evangelio no llega».
«La palabrería de altura parece dar más categoría a la evangelización, pero hace imposible la comprensión del mensaje», siguió explicando.
En opinión de Rosal «se debe imitar el lenguaje de Jesús, que no hablaba en términos abstractos y académicos difíciles de entender para el pueblo, sino con palabras, y aún más, con signos».
El gran error que suele comete el periodista que se enfrenta a temas cristianos, opina Rosal, es que «se despista intentando conseguir primicias o tal declaración eclesial, pero descuida lo esencial, que es dar a conocerla Buena Nueva del Evangelio».
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Nov 25, 2001 00:00