En días pasados, el corresponsal en Roma del diario «Ma’ariv’s» había puesto en boca del purpurado alemán estas palabras: «El Vaticano está de acuerdo con la mezquita con tal de que sea pequeña».
En una nota publicada por la Sala de Prensa de la Santa Sede, el cardenal Kasper asegura que él nunca afirmó algo así, como lo demuestra la declaración que hizo al concluir su visita la semana pasada al presidente del Estado de Israel, Moshe Kazav.
«La construcción de una mezquita cerca de la Basílica de la Anunciación no contribuye a las buenas relaciones entre cristianos y musulmanes. En caso de que la mezquita tenga un gran tamaño, se convertiría en una provocación», afirmó.
La mezquita, cuyas obras de construcción ya se han comenzado en la misma explanada de la Basílica de la Anunciación, no responde a las necesidades espirituales de la comunidad musulmana de Nazaret, sino al interés de un grupo islámico fundamentalista del lugar que en el pasado ya agredió en varias ocasiones a los peregrinos a la entrada misma del templo.