CIUDAD DEL VATICANO, 26 noviembre 2001 (ZENIT.org).- La Santa Sede ha denunciado «el carácter dramático» y «la gravedad» moral del experimento de clonación humana anunciado este domingo por un laboratorio privado en Estados Unidos.
Un comunicado sin firma distribuido este lunes por la Sala de Prensa vaticana se pregunta, «eso que como científicos denominan en su artículo «early embryo», embrión en fase inicial, ¿qué es?».
El comunicado de prensa reconoce así que la gravedad del experimento, tal y como ha sido expuesto por «The Journal of Regenerative Medicine», se debe al hecho de que se ha realizado creando un ser humano, en estado todavía de embrión. Después, el embrión clonado ha sido eliminado.
«Vuelve así con toda su actualidad el interrogante bioético nunca adormecido por la verdad: cuándo es posible considerar el inicio de la vida humana», constata el texto vaticano.
El documento confirma «con fuerza que el inicio de la vida humana no puede ser fijado por convención en un cierto estadio del desarrollo del embrión; se sitúa, en realidad, en el primer instante de la existencia del embrión mismo».
«A pesar de las declaradas intenciones «humanísticas» de quien anuncia curaciones sorprendentes siguiendo este camino, que pasa a través de la industria de la clonación, es necesario un juicio objetivo pero firme, que muestre la gravedad moral de este proyecto y que justifique su condena inequívoca», añade.
Este proyecto de clonación, añade, «sanciona una auténtica discriminación entre los seres humanos, en virtud de su tiempo de desarrollo».
«De este modo –constata–, un embrión vale menos que un feto, un feto menos que un niño, un niño menos que un adulto».
Se trastoca así, subraya, «el imperativo moral que impone, por el contrario, la máxima tutela y respeto precisamente de quienes no están en condiciones de defender y manifestar su dignidad intrínseca.
Por último, el comunicado propone a los científicos seguir el camino de la experimentación con células estaminales de adultos que científicamente se ha demostrado válido y que respeta la dignidad de la vida humana.