ROMA, 10 diciembre 2001 (ZENIT.org).- La abadesa general del Orden del Santísimo Salvador de Santa Brígida acaba de regresar de Cuba donde mantuvo dos encuentros con Fidel Castro con el objetivo de avanzar en la apertura de un Centro de espiritualidad ecuménica en La Habana.
El Centro, que será dirigido por las hermanas brigidinas, ha sido explícitamente pedido por el líder comunista cubano, según ha confirmado la misma madre Tekla Famiglietti, en declaraciones concedidas a «Radio Vaticano».
Se trata de un edificio que acogerá a una comunidad de ocho religiosas y que, al mismo tiempo, servirá de casa de hospitalidad.
«Es un don que el mismo Fidel Castro ha querido hacer a la Orden en recuerdo de la visita de Juan Pablo II a Cuba --añade la madre Tekla--. Hemos firmado acuerdos y las obras de reestructuración comenzarán cuanto antes, pues así lo ha pedido el mismo "comandante"».
Después de una larga conversación con la abadesa, como ella misma revela, el «líder máximo» le preguntó: «Madre, ¿cuántos meses requerirán las obras». La religiosa respondió: «Once meses». «Oh, no --rebatió Castro--, tenemos que hacerlo antes. Las obras tienen que hacerse a más tardar en cinco meses».
«Quiero que este centro se realice cuanto antes, para que tengamos aquí, en La Habana, otra comunidad religiosa con el carisma del trabajo ecuménico, pues aquí están presentes muchas religiones diferentes», concluyó Fidel Castro.
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Dec 10, 2001 00:00