CIUDAD DEL VATICANO, 19 diciembre 2001 (ZENIT.org).- Juan Pablo II pidió este miércoles a los argentinos afrontar la difícil crisis económica que atraviesa el país con espíritu de entendimiento mutuo.
Las palabras del pontífice tenían lugar cuando cientos de argentinos se lanzaron en la madrugada a saquear supermercados y comercios en distintos puntos del país, en los peores incidentes de este tipo acaecidos en la última. El gobierno, pidió calma y prometió repartir de alimentos.
En la audiencia general de este miércoles, al saludar a un grupo de peregrinos procedentes de Lomas de Zamora, el pontífice, les encomendó al regresar a Argentina que sean «portadores de mi palabra de ánimo y esperanza para esta Navidad y el nuevo Año».
«Por intercesión de la Santísima Virgen de Luján –añadió–, pido al Señor que los argentinos con magnanimidad y generosidad encuentren, en estos momentos de dificultad, caminos de reconciliación y de entendimiento mutuo para construir, con la ayuda de Dios y con la colaboración y el aporte de todos, un futuro de paz y prosperidad».
Los incidentes más graves ocurrieron en la provincia de Entre Ríos –al norte de Buenos Aires– y los suburbios de la capital argentina, donde la policía tuvo que reprimir con gases lacrimógenos y balas de goma a decenas de personas que habían entrado a pequeños negocios para obtener alimentos.
El ministro de Trabajo, José Dumón en declaraciones por la radio reveló que el presidente de Fernando de la Rúa ha dispuesto la compra de 7 millones de dólares en alimentación que va a ser distribuida a través del Ministerio de Desarrollo Social y aseguró que «es necesario recobrar la calma».
Según datos oficiales, uno de cada tres de los 36 millones de argentinos vive bajo el umbral de la pobreza, mientras que 2,53 millones esta desempleado y otro 1,4 millón vive en régimen de subempleo.
