MOUNT HOREB, 11 enero 2002 (ZENIT.org).- El último capellán de prisiones nombrado en el Estado de Wisconsin (EE.UU.) es la reverenda Jamyi Witch. Como revela su nombre, Witch es precisamente una bruja o sacerdotisa de Wicca.
En Wisconsin, el culto neopagano es una religión reconocida oficialmente, igual que el catolicismo o el Islam. Otros Estados, como California, permiten la presencia de «brujas» en las cárceles, pero sólo como voluntarios.
El mes pasado se convirtió en la primera «sacerdotisa» de Wicca en Estados Unidos que trabaja como capellán a tiempo completo en una prisión estatal.
Su nombramiento ha puesto a algunos contribuyentes en dificultad. Un representante estatal está dirigiendo una campaña para retirar la financiación del salario anual de 32.500 dólares de Witch. Otros dos legisladores se han unido a él en su indignación. Uno de ellos ha calificado el nombramiento de Witch como «moralmente peligroso».
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Jan 11, 2002 00:00
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