MOSCÚ, 15 enero 2002 (ZENIT.org).- Acostumbrados a la represión religiosa de tiempos del comunismo, los ateos militantes se movilizan contra el «nuevo clericalismo» en Rusia.
La Unión de Ateos de Moscú (ATOM) denunció este martes la participación del presidente Vladimir Putin en las celebraciones de la Navidad ortodoxa.
Lev Levinson, uno de los dirigentes de la organización, acusó en declaraciones a la prensa sin ofrecer argumentos jurídicos al presidente de la Federación de violar la Constitución.
Asegurando que su objetivo consiste en defender los logros de la Revolución Francesa, Levinson, y otro responsable de ATOM, Alexandre Chtchev, denunciaron asimismo la presencia de la Iglesia ortodoxa en las escuelas.
El 12 de noviembre pasado el patriarcado de Moscú firmó un acuerdo de cooperación con el ministerio regional de Educación de la capital rusa.
La Unión de Ateos de Moscú ha explicado que hoy día ya sólo cuenta con unos cien militantes activos. Recientemente un grupo de sus miembros ha pasado a formar parte de sectas satánicas, reconocieron los responsables de la organización ante la prensa.