GOMA, 23 enero 2002 (ZENIT.org).- Las comunidades religiosas misioneras que trabajan en la República Democrática del Congo se han movilizado para distribuir la ayuda que comienza a llegar a las víctimas del volcán que ha cubierto de lava parte de la ciudad de Goma.
En estos momentos, Cáritas Internationalis y la de Goma se está haciendo un recuento de las personas que han perdido la casa para distribuir las primeras ayudas, superando así la primera fase de emergencia provocada por la erupción del volcán Nyragongo del 17 de enero.
Antonina Lo Schiavo, misionera laica que ha pasado 30 años en el Congo (de los cuales 16 en Goma) asistiendo la labor misionera de los religiosos javerianos, revela que «al cubrir la parte central de la ciudad, la lava ha cortado en dos Goma, arrastrando todo lo que encontró en su camino».
Los daños son ingentes: más del 80% de los edificios se han derrumbado o están gravemente dañados. «Una catástrofe humanitaria», han declarado los funcionarios de la ONU.
Es difícil saber el número de víctimas mortales: «alguno habla de más de 150, 80 de las cuales perdieron la vida al estallar una gasolinera que estaban saqueando. Pero creo que es pronto para dar datos más precisos», afirma la misionera
«Ahora que la erupción ha terminado –sigue diciendo–, la gente regresa a la ciudad, pues se dice que es mejor morir en su país que en Ruanda, país extranjero».
«La ayuda está llegando –confirma Lo Schiavo–. Estamos creando equipos de personas para que puedan distribuirla, evitando saqueos o linchamientos».
Desde Ginebra, la ONU estima que harán falta 15 millones de dólares para la emergencia que hay que reunir en tiempo breve porque faltan alimentos, agua y amenazan las infecciones.
Desde Ngara, en Tanzania occidental, han salido las ayudas del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), comida, mantas y telones de plástico suficientes para 15.000 familias (75.000 personas).
A Kigali, capital de Ruanda, han llegado 30 toneladas de ayudas destinadas al Programa de Alimentación Mundial (PAM) de la ONU, desde Italia y Noruega.