ROMA, 17 abril 2002 (ZENIT.org).- Un campo de prófugos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Camboya ha sido saqueado e incendiado apenas una hora después de que centenares de refugiados vietnamitas fueron evacuados a Phnom Penh.
La agencia de la ONU ha precisado al informar sobre el suceso que la policía camboyana no intervino de ninguna manera para evitar la devastación.
El suceso, hecho público este miércoles, según informa la agencia misionera Misna, tuvo lugar el pasado lunes en un campo de la provincia de Mondulkiri, de la que ACNUR acababa de retirar a 533 vietnamitas de tribus de las tierras altas, llamados «montagnards», en su gran mayoría cristianos perseguidos por el régimen comunista, para prepararlos al futuro traslado a Estados Unidos.
Recientemente, el Gobierno camboyano había decidido detener la acogida de las minorías étnicas provenientes del vecino Vietnam, mientras que Estados Unidos se dijo dispuesto a ofrecer asilo a los «montagnards».
El jefe de policía de Mondulkiri se ha limitado a declarar hoy que «el campo de prófugos ha sido incendiado porque no tenían necesidad de estructuras de este tipo en Camboya».
Según lo que ha relatado ACNUR, en el curso de los saqueos, un trabajador de la agencia de la ONU fue amenazado por un hombre que esgrimía un cuchillo.
El año pasado, más de mil «montagnards» se vieron obligados a abandonar el país después de una dura acción de represión realizada por las tropas gubernamentales contra los grupos étnicos que piden más tierra y mayor libertad religiosa.
Huidos a Camboya, los miembros de las tribus fueron luego protagonistas de un grave episodio que tuvo lugar el mes pasado, cuando 400 vietnamitas irrumpieron en el campo de refugiados camboyano que los albergaba con la intención de hacerles regresar por la fuerza a su país.
