BELÉN, 24 abril 2002 (ZENIT.org–Fides).- No dieron ningún resultado los dos encuentros de negociación entre israelíes y palestinos para acabar con el asedio a la Basílica de la Natividad. Las delegaciones debían tener otro encuentro en la tarde de este miércoles.
Los representantes israelíes, según explican los medios de comunicación locales, no tienen ninguna intención de ceder e insisten en la rendición incondicional de los doscientos palestinos refugiados en su interior. En particular exigen la entrega de algunos de ellos, calificados de «terroristas».
El asedio dura desde el 2 de abril, y ha dejado encerrados en su convento a 35 franciscanos y 4 franciscanas, sin agua, luz, comida y, desde hace unos días sin teléfono.
La delegación palestina está formada por personalidades políticas y civiles: un parlamentario, un miembro del Consejo de Ministros, el alcalde de Belén; la israelí está formada exclusivamente por oficiales del ejército y de la policía secreta.
El portavoz de la Custodia franciscana, el padre David Jaeger, ha declarado a Fides: «En este momento queremos repetir por enésima vez: quien sea responsable de una prolongación inútil de este tormento será juzgado severamente por la historia».
«Quien, al contrario, se muestre generoso, magnánimo y clarividente merecerá el aprecio de las generaciones futuras», añade
«Deseo recordar también que el contacto con los religiosos dentro de la Natividad se hace cada vez más incierto –indica el sacerdote franciscano–: desde hace muchas horas nos es imposible hablar con los franciscanos y franciscanas del convento de la Natividad. Esporádicamente alguien consigue llamar con el teléfono móvil. Pero, en general, no logramos tener ningún contacto».
Esta mañana la radio israelí informó que el ejército israelí ha herido gravemente a un palestino refugiado en el interior de la basílica. El herido habría sido sacado de la Basílica y llevado a un hospital.