ROMA, 26 abril 2002 (ZENIT.org).- El Gobierno de Hanoi sigue su política de represión y discriminación contra los «montagnards», campesinos que viven en los altiplanos centrales de Vietnam, en su mayoría de religión cristiana.
Lo ha denunciado la organización internacional para la defensa de los derechos humanos «Human Rights Watch» (HRW), que en estos días ha difundido un informe sobre las difíciles condiciones de vida de esta minoría étnica.
La raíz de la crisis está en la migración (favorecida por el Gobierno) hacia las zonas desde siempre habitadas por los «montagnard» de vietnamitas kinh, la etnia mayoritaria, y de otros provenientes de las superpobladas regiones del norte.
Los «montagnard» se han encontrado con que eran minoría en «casa propia» perdiendo la propiedad de tierras. La situación empeoró ulteriormente cuando inesperadamente cayó el precio del café, cultivado en aquellos altiplanos, hundiendo a la región en una profunda crisis.
El informe de HRW subraya que las persecuciones de Hanoi contra los indígenas del altiplano se deben también a motivos religiosos. Muchos de los «montagnard» se definen como protestantes «dega», grupo cristiano que las autoridades consideran en cambio un movimiento separatista.
HRW recuerda también que el año pasado un grupo de mil «montagnard» se vio obligado a huir a la cercana Camboya y ahora está pidiendo asilo en Estados Unidos, pues su regreso a Vietnam no garantiza el respeto de sus derechos humanos.
Los activistas de «Human Rights Watch» piden al Gobierno vietnamita que ponga fin a las detenciones arbitrarias, mejore las legislación relativa a los terrenos agrícolas y respete los derechos de los ciudadanos.
Por último, la organización humanitaria invita a la comunidad internacional, y en especial a los países asiáticos, a que soliciten la introducción de cambios radicales en Vietnam, en especial por lo que se refiere al sistema legal y a la reducción de la pobreza.
