CIUDAD DEL VATICANO, 29 abril 2002 (ZENIT.org).- Juan Pablo II impulsó este lunes la reconciliación nacional en Angola y pidió ayudas para la «resurrección» del país africano , al recibir al nuevo embajador de ese país ante la Santa Sede.
La intervención del pontífice, tiene lugar cuando el país acaba de salir de una guerra civil que ha durado 27 años, tras la muerte violenta del líder de la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola, Jonas Savimbi.
En su discurso al embajador Armindo Fernandes do Espirito Santo Vieira, el Papa que visitó Angola en junio de 1992, se unió «a la alegría general de la nación al ver que sus líderes optan por la paz».
El pontífice reconoció que reza para que Dios ayude a los hombres que en estos momentos rigen el destino del país a «aplicar los acuerdos ya alcanzados, buscando la solución a los problemas nacionales, en el sendo de las instituciones democráticas competentes».
Pidió a los líderes angoleños un auténtico «espíritu patriótico» «sobre todo para servir al bien común y salvaguardar la fraternidad de todos los hijos e hijas de Angola».
El Santo Padre apoyó por último la Conferencia de Donantes, una iniciativa que el gobierno angoleño está organizando para la «resurrección» del país.
«Es hora de que se hagan vivos los auténticos amigos del pueblo angoleño, ayudando a crear condiciones dignas de vida y una seguridad efectiva para todos», concluyó.
