El padre jesuita Federico González-Fierro Botas, de 59 años de edad, enseñaba esporádicamente en el Centro de estudios superiores de Santo Tomás de Aquino, de los jesuitas en Moscú, y tenía pensado establecerse en Moscú el próximo otoño, reveló el padre jesuita Octavio Vilches-Landin, profesor en ese centro.
Junto al padre González-Fierro viajaban un sacerdote y dos seminaristas que salieron ilesos del accidente.