«Jesucristo, Señor de la Historia, puede otorgarnos las gracias que necesitamos para que cada uno de los habitantes asuma con fortaleza y grandeza de espíritu las responsabilidades que le competen, a fin de recrear los lazos de amistad social que hagan posible anteponer el bien común a los intereses particulares o sectoriales», afirman los obispos en el mensaje hecho público este martes.

«Que la dureza de las dificultades acreciente nuestra esperanza en Dios y arraiguen aún más nuestro compromiso con los hermanos más necesitados», desean los prelados.

«Que desde la familia hasta la comunidad entera se levante la plegaria confiada de un pueblo que reconoce a Dios como “fuente de toda razón y justicia”», concluyen.