Sentado sobre un avión, con el tridente en la mano, Bin Laden surge en medio de las llamas para amenazar a Cristo.
A un lado, un diablo enarbola un misil y un avión, bajo la mirada de un personaje con vestimentas árabes.
«Trabajo en el «Descenso a los infiernos» y cuando vi en la televisión las imágenes de los atentados en Estados Unidos, presentados como un Apocalipsis, me dije que Bin Laden representa la encarnación más pura del mal», afirma el pintor de la iglesia, Ion Badila.