El Papa condena duramente la profanación de tumbas judías en Roma

Envía un mensaje a la comunidad hebrea

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CIUDAD DEL VATICANO, 19 julio 2002 (ZENIT.org).- Juan Pablo II ha enviado un mensaje a la comunidad judía de Roma para condenar la profanación de tumbas hebreas en un cementerio de la capital italiana y manifestar su cercanía espiritual.

Losas de mármol rotas, estrella de David arrancadas, ataúdes desgajados: más de 50 tumbas han sido salvajemente destruidas y cinco mausoleos destrozados en el cementerio Verano de la Ciudad Eterna. Los actos vandálicos fueron descubiertos en la mañana del jueves.

Al recibir la noticia, Juan Pablo II ha pedido que se envíe un telegrama al rabino jefe de Roma, profesor Riccardo Segni, en el que confiesa estar «profundamente entristecido por este detestable gesto que prolonga una serie de acontecimientos análogos verificados con preocupante frecuencia en Europa y otros continentes».

Asimismo, en el mensaje, el obispo de Roma «desea hacer llegar su cercanía espiritual a las familias golpeadas en sus afectos y en su dignidad».

«Mientras condena firmemente semejantes actos innobles y los sentimientos antijudíos que los inspiran», el Papa asegura en el telegrama enviado por el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado vaticano, «su recuerdo en la oración para que el Altísimo conceda consuelo a cuantos sufren y paz eterna a los difuntos de esta querida comunidad».

Entre las tumbas ultrajadas se encuentra la del rabino jefe Angelo Sacerdoti, quien guió a la comunidad judía bajo el fascismo hasta el año 1936.

Los profanadores de las tumbas no han dejado mensajes escritos ni reivindicaciones. La policía no excluye por el momento ninguna pista. La opinión pública italiana y los diferentes partidos políticos han condenado la profanación.

El rabino jefe de Roma, Riccardo Di Segni, ha confesado que lo sucedido ha sido «como abrir una herida, un insulto grave a la memoria que se custodia en ese lugar y a todos los símbolos ligados al mismo».

La profanación de las tumbas ocurrió el día en que los judíos recuerdan la destrucción del Templo de Jerusalén, «coincidencia –según el rabino– que provoca más dolor todavía».

Según Segni, los ataques contra comunidades judías perpetrados desde hace meses en varios países de Europa «están unidos directamente, en relación causa-efecto, a la tensión en Oriente Medio».

«Muchos de los graves actos que han tenido lugar, por ejemplo, en Francia, están directamente ligados a la tensión local y a la presencia de franjas extremistas en la población de origen árabe que han querido llevar el conflicto también a nivel local», aclara.

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ZENIT Staff

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