CIUDAD DE MÉXICO, 22 julio 2002 (ZENIT.org).- Juan Pablo II realizará cinco recorridos distintos en su visita a México para que le pueda ver el mayor número de personas posible, reveló en rueda de prensa este lunes Roberto Delgado, encargado de la logística de la quinta visita pontificia a México.
Millones de personas se echarán a las calles para poder saludar al pontífice a su paso en «Papamóvil», que recorrerán 90 kilómetros. Las calzadas estarán resguardadas por una valla humana integrada por 200,000 voluntarios.
En el encuentro con la prensa se explicó que la Arquidiócesis de México distribuirá esta semana 48.000 boletos para la entrada a la canonización de Juan Diego (el 31 de julio) y la beatificación de los mártires de Oaxaca (el 1 de agosto).
El Papa llegará la noche del 30 de julio al aeropuerto internacional de la Ciudad de México y después se trasladará en «Papamóvil» a la nunciatura, en el sur de la ciudad, donde residirá durante la visita.
El 31 de julio, el Santo Padre recorrerá dos de las principales avenidas de la capital, Insurgentes y Reforma, pasará alrededor de la Plaza de la Constitución –donde está previsto que le saluden 100.000– y seguirá hasta la Basílica de Guadalupe, para presidir la canonización de Juan Diego.
Tras la celebración, el obispo de Roma volverá a la nunciatura por una ruta distinta, pasando por varias avenidas importantes, como Cuauhtémoc y Universidad.
El 1 de agosto, el pontífice recorrerá varias avenidas del sur de la ciudad y luego volverá a pasar por Reforma y luego se dirigirá a la Basílica para presidir la liturgia de beatificación de los mártires indígenas.
Tras la ceremonia, el Papa viajará al aeropuerto para regresar a Roma.
