En una entrevista concedida a la Agencia Fides, el padre Jabulani, de 58 años, de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada (OMI), afirma que está acostumbrado «a servir donde el Señor lo manda».

Ha acumulado años de experiencia como párroco, Vicerrector del seminario mayor San Pietro en Pretoria y Decano de los estudiantes del Instituto Teológico St. Joseph's en Cedara,

En tiempos más recientes, en calidad de Consejero general de su Congregación para Africa-Madagascar, ha viajado a lo largo y a lo ancho del continente, visitando las Comunidades OMI ya existentes y preparando el nacimiento de nuevos núcleos.

En efecto, el carisma de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, fundados por San Eugene Mazenod (canonizado por Juan Pablo II en el año 1995), es trabajar para la renovación de la Iglesia con misiones en las parroquias, entre los no cristianos, en el campo de la educación de los jóvenes, siempre dispuestos a ir a otro lugar una vez que el trabajo haya sido encaminado.

El nuevo obispo auxiliar admite: «No es fácil dejar a los demás el trabajo comenzado con fatiga y comenzar de nuevo allí donde somos enviados, pero ésta es nuestra misión».

Para los Misioneros Oblatos, África es el continente de mayor esperanza para las vocaciones: en la actualidad 800 de los 4000 misioneros OMI son africanos. «Son muy jóvenes, pero son entusiastas, dispuestos a los desafíos, fuertes en la fe», dice con satisfacción el obispo elegido, y añade: «Confío en que, con la ayuda del Señor, seré capaz de cumplir los deberes de mi nueva responsabilidad».