GUATEMALA, 29 julio 2002 (ZENIT.org).- Con una misa en el parque central de Antigua Guatemala y una procesión culminó ayer el tríduo de preparación para la canonización del Hermano Pedro de San José de Betancur, misionero español de finales del siglo XVII, fundador de la orden los Hermanos de Belén.
Ni el fuerte sol ni las incomodidades impidieron la presencia de miles de fieles.
Este martes Juan Pablo II proclamará la santidad del Hermano Pedro en el Hipódromo del Sur de Ciudad de Guatemala, en presencia de unas quinientas mil personas.
El cardenal Giovanni Battista Re, prefecto de la Congregación vaticana para los Obispos, celebró, junto a las máximas autoridades de la Iglesia en el país y más de 15 sacerdotes de Sacatepéquez, la eucaristía.
«La santidad está mucho más al alcance de lo que usualmente pensamos», dijo el cardenal Re en su homilía, en la que invitó a los asistentes a ver en la vida del Hermano Pedro un ejemplo a seguir.
«Juan Pablo II, la Antigua está contigo», gritaban el domingo miles de católicos. Antes del comienzo de la celebración eucarística, monseñor Rodolfo Quezada Toruño, arzobispo de Guatemala, dio a conocer al cardenal Re la preocupación de los obispos del país para que se cumplan los acuerdos de paz.
El prelado, cuya labor de mediación fue decisiva para el final de la guerra civil, añadió que espera con ilusión la llegada del Santo Padre para que los guatemaltecos puedan alcanzar «la verdad, paz y justicia».
La meta principal de las peregrinaciones a La Antigua Guatemala es la iglesia de San Francisco; allí, la fila para acercarse a la tumba del Hermano Pedro se prolonga fuera del templo, que mantendrá sus puertas abiertas las 24 horas para poder recibir a los fieles.
Este es el contexto en el que se ha inaugurado «la ruta del peregrino»: el itinerario muestra 15 lugares donde se desarrolló la vida del futuro santo, desde su llegada a Santiago de los Caballeros de Guatemala en 1651, procedente de Trujillo, Honduras, sin dinero ni documentos de identificación.
El Hermano Pedro de San José de Betancur trabajó como tejedor e inició su trabajo de evangelización y obra social en la ciudad que hoy se conoce con el nombre de Antigua Guatemala.
La ruta incluye el colegio mayor de San Lucas, donde se impartía teología y filosofía, la Ermita del Calvario, y un recorrido por la iglesia de San Francisco el Grande, donde actualmente reposan los restos del futuro santo.
El ritmo habitual de Ciudad de Guatemala se ha modificado por la visita papal del 29 y 30 de julio. La circulación experimentará importantes restricciones en la zona sur de la ciudad, tanto por los recorridos del Papa como por los puntos de reunión de las personas que asistirán a la misa de canonización de este martes.
Las operaciones en el principal aeropuerto del país se suspenderán. Además el gobierno ha establecido un día festivo para todos sus trabajadores, iniciativa imitada por la mayoría de empresas privadas.
En el aeropuerto de La Aurora, además del presidente Alfonso Portillo, debían dar la bienvenida a Juan Pablo II los mandatarios de otros siete países americanos: el primer ministro de Belice Said Musa; de los presidentes de El Salvador, Francisco Flores Pérez; Honduras, Ricardo Maduro Joest; Nicaragua, Enrique Bolaños Geyer; Costa Rica, Abel Pacheco; Panamá, Mireya Moscoso Rodríguez; el presidente de la República Dominicana, Rafael Hipólito Mejía Domínguez.