CIUDAD DEL VATICANO, 1 diciembre 2002 (ZENIT.org).- El sacerdote católico herido en los violentos enfrentamientos registrados la semana pasada en Kaduna a raíz de las protestas de integristas islámicos contra el concurso de Miss Mundo, murió el viernes en Nigeria, informa la agencia vaticana Fides.
El padre James Iyere, uno de los sacerdotes más ancianos de Nigeria, párroco de una iglesia en el centro de Kaduna, había sido apaleado y quemado por fundamentalistas islámicos, que habían incendiado su casa parroquial.
La agencia de la Congregación vaticana para la Evangelización de los pueblos difundió una declaración de monseñor John Olorunfemi Onaiyekan, arzobispo de Abuja, según el cual «algunos políticos sin escrúpulos usan la religión para sus intereses».
Onaiyekan, presidente de la Conferencia Episcopal Nigeriana, subrayó que en ese país «el problema es político y no religioso» y lanzó »un llamado a los jefes musulmanes para que aíslen a los violentos y encuentren nuevos modos de convivencia pacífica».