De acuerdo con el responsable de Comunicaciones de la archidiócesis de Medellín, César Ramírez, la agresión fue cometida por dos individuos que esperaban a los sacerdotes.
Carlos Mario González González, párroco de Nuestra Señora del Carmen y rector del Colegio Parroquial Carmelitano, y el padre Luis Ángel Hurtado Henao, vicario parroquial, fueron golpeados a las afueras de la parroquia del municipio de Bello (Antioquia) –diez kilómetros al norte de Medellín– por desconocidos, según datos proporcionados por Radio Cadena Nacional.
Los sacerdotes regresaban al templo en coche y fueron abordados por los dos hombres que se desplazaban en motocicleta. González y Hurtado fueron agredidos físicamente, explicó el portavoz de la archidiócesis. Los individuos les golpearon con las armas de fuego que llevaban y además les incendiaron el coche.
Los responsables del templo habían recibido recientemente una llamada telefónica en la que un desconocido les dijo: «no los queremos en el barrio». El origen de la comunicación es desconocido, indicó el portavoz, quien sin embargo descartó que proceda de vecinos de la comunidad parroquial.
En un comunicado difundido el martes, el arzobispo de Medellín, monseñor Alberto Giraldo Jaramillo, lamentó el ataque que sufrieron los sacerdotes y expresó su solidaridad con la comunidad de Bello en el rechazo de este tipo de actos contra los ministros de la Iglesia católica.
Además ha manifestado el deseo de la archidiócesis de que la parroquia y la vida del colegio «continúen la realización de la misión que les ha sido encomendada».
Finalmente, el arzobispo de Medellín invita a la reconciliación «como base de la construcción de la paz», a la vez que recuerda que «los cristianos tenemos una manera propia, a la luz de la fe, para afrontar los conflictos».