CIUDAD DEL VATICANO, 18 febrero 2003 (ZENIT.org).- Juan Pablo II y el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, coincidieron este martes en subrayar que todavía es posible encontrar soluciones justas a la cuestión iraquí, en el respeto de las resoluciones internacionales y de la población iraquí.

Annan fue recibido en audiencia en el Vaticano por el Papa en la tarde del martes después de mantener un encuentro con el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado vaticano, y con el cardenal Roger Etchegaray, enviado especial del Papa a Bagdad durante cinco días.

Al concluir el encuentro el portavoz de la Santa Sede, Joaquín Navarro-Valls, afirmó que en el «coloquio cordial y profundo de media hora» entre el obispo de Roma y el secretario general de las Naciones Unidas se estudió la «crítica situación» surgida en torno a Irak.

Los dos subrayaron el «papel esencial» de las Naciones Unidas y subrayaron que «todavía se pueden encontrar justas y eficaces soluciones a los desafíos del momento en el respeto a la legalidad internacional, de la que las Naciones Unidas son garante».

Al mismo tiempo destacaron el objetivo de «evitar posteriores graves sufrimientos a la población, ya afectada por largos años de embargo», según la declaración de Navarro-Valls, difundida por la Santa Sede.

El cardenal Etchegaray había almorzado ese día con el Papa para informarle sobre su encuentro con Sadam Huseín, autoridades iraquíes, y representantes de la comunidad católica del país.

Durante los encuentros, los representante de la Santa Sede afrontaron también otros conflictos, en particular «la situación siempre dramática en Tierra Santa».

Juan Pablo II recibirá este sábado al primer ministro británico Tony Blair, confirmó este martes el cardenal Angelo Sodano.

El 27 de abril será beatificado don Alberione

CIUDAD DEL VATICANO, 18 febrero 2003 (ZENIT.org).- El sacerdote italiano, fundador de la Familia Paulina, Giacomo Alberione, profeta y apóstol de la comunicación social, será beatificado el próximo 27 de abril en la Plaza de San Pedro del Vaticano. El decreto de beatificación fue leído, el pasado 20 de diciembre, por el Papa Juan Pablo II.