En la misiva, la Conferencia Episcopal de Indonesia expresa su postura sobre la guerra; ésta no sólo no se puede considerar una solución, sino que «agrava y perpetúa el odio» y contradice «nuestra creencia del carácter sagrado que Dios confiere a la vida humana», se lee en el texto.

La carta, dirigida al presidente de la Conferencia Episcopal de Irak y fechada el pasado 31 de enero, está firmada por el cardenal Julius Darmaatmadja, arzobispo de Yakarta y presidente del episcopado indonesio y por el secretario general, Ignatius Suharyo, arzobispo de Semarang.

«Oramos para que el mundo y los líderes de los países reciban la sabiduría y la compasión para no recurrir a la guerra como solución, sino que permitan que el prolongado sufrimiento de la gente sea un incentivo para buscar modos pacíficos de resolver los conflictos», expresan.

Para manifestar su unión durante este «momento crucial», los obispos indonesios comunican finalmente que el próximo domingo celebrarán una Jornada Nacional de Oración por el Pueblo de Irak.

Con esta convocatoria, las 35 diócesis que componen la Conferencia Episcopal de Indonesia, el país con el mayor número de musulmanes del mundo, rezarán con la intención de que los habitantes de Irak reciban la paz que merecen.