En un telegrama enviado a monseñor Ramón Darío Molina Jaramillo, obispo de la ciudad, el Papa confiesa su dolor y «su enérgica reprobación y firme condena por estos nuevos actos de terrorismo que atentan la pacífica convivencia y ofenden los sentimientos del querido pueblo colombiano, mayoritariamente contrario a la violencia y al horror y amante de la paz en la justicia».
En el mensaje, enviado por el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado, el Santo Padre dirige «su más sentido pésame a los familiares de los fallecidos» y garantiza sus oraciones «por el pronto y total restablecimiento de los heridos».
El atentado tuvo por objetivo un depósito de explosivos cercano al aeropuerto local, provocando 18 muertos, más de 40 heridos y la destrucción de unas sesenta casas.
La tragedia ocurrió cuando funcionarios judiciales y policías investigaban la existencia de explosivos que presumiblemente se iban a lanzar contra el avión del presidente de Colombia, Alvaro Uribe, quien debía visitar la localidad.
El atentado es atribuido por las autoridades al grupo guerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El hecho ocurrió una semana después del estallido de un auto con explosivos en un club de Bogotá, El Nogal, donde murieron 35 personas y 160 quedaron heridas.
Por otra parte, rebeldes de las FARC dispararon contra un avión estadounidense cuando trataba de hacer un aterrizaje de emergencia en Colombia, ejecutaron a dos ocupantes y desaparecieron en la selva con tres asesores, dijeron el sábado autoridades y testigos.
Es la primera vez que la guerrilla mata y al parecer secuestra a estadounidenses que trabajan para el gobierno colombiano en cuatro décadas de guerra. El incidente involucra aún más a Estados Unidos en un conflicto que deja cada año al menos 3.500 muertos, la mayoría civiles.
Publicamos el texto íntegro del telegrama pontificio.
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Monseñor Ramón Darío Molina Jaramillo
Obispo de Neiva
Su Santidad Juan Pablo II ha recibido con profundo pesar la triste noticia del execrable atentado perpetrado en el día de ayer, causando inocentes víctimas mortales y numerosos heridos, entre los cuales hay niños y agentes del orden, así como cuantiosos daños materiales. En esta circunstancia, expresa una vez más su enérgica reprobación y firme condena por estos nuevos actos de terrorismo que atentan la pacífica convivencia y ofenden los sentimientos del querido pueblo colombiano, mayoritariamente contrario a la violencia y al horror y amante de la paz en la justicia.
El Papa, mientras ofrece sufragios por el eterno descanso de los fallecidos, ruega a Vuestra Excelencia que haga llegar su más sentido pésame a los familiares de los fallecidos, junto con la seguridad de su plegaria por el pronto y total restablecimiento de los heridos. Al mismo tiempo el Santo Padre se siente muy cercano al Pastor y comunidad eclesial de Neiva, tan probada por este doloroso acontecimiento y desea hacer un apremiante llamado a los responsables de estas execrables acciones a que cesen en ese camino de destrucción y muerte, que nunca ayudará al auténtico progreso del pueblo de Colombia.
Con estos sentimientos el Sumo Pontífice imparte a todos los que sufren en esta hora de dolor y a cuantos les asisten, la confortadora Bendición Apostólica.
Cardenal ANGELO SODANO
Secretario de Estado de Su Santidad