El purpurado ofreció una rueda de prensa en la Casa de la Iglesia de Madrid en la que aseguró que «obviamente no se ha hecho un estudio sociológico para saber cuántos jóvenes van a venir al encuentro, porque eso lo hacen los partidos políticos para sus mítines», y que además «no es algo que nos preocupe excesivamente». «Confiamos en el Espíritu del Señor», añadió el purpurado.
La rueda de prensa tenía como motivo informar de un comunicado emitido este martes por la Santa Sede en el que se confirma oficialmente la visita de Juan Pablo II a España, tal como estaba previsto, para los días 3 y 4 de mayo.
Las notas reafirman asimismo que los beatos españoles que serán canonizados en una ceremonia en la plaza de Colón en 4 de mayo son Pedro Poveda, José María Rubio, Genoveva Torres, Ángela de la Cruz y Maravillas de Jesús.
El cardenal Rouco también habló de la guerra de Irak, y aseguró que «se sumaba a las fórmulas expresadas por el Papa» sobre el conflicto y mostró la cercanía de la Iglesia española «a todas las víctimas de la guerra», a la vez que deseó que «la crisis se resuelva pronto».
Preguntado por si el presidente del Gobierno español, José María Aznar, está fuera de la Iglesia por apoyar la guerra en contra de las directrices del Santo Padre, el arzobispo de Madrid respondió que «el Papa no ha puesto todavía a nadie fuera de la Iglesia» y que él, por tanto, no iba a hacerlo.
El cardenal Rouco también comunicó que Juan Pablo II mantendrá encuentros institucionales durante su visita con Sus Majestades los Reyes, con José María Aznar y con el líder del principal partido de la oposición, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
El arzobispo de Madrid explicó que estuvo el pasado lunes por la mañana en Roma con el Papa con motivo de las beatificaciones de dos españolas, y que encontró al Pontífice con buena salud y con «muy buenas capacidades comunicativas, aunque con mala movilidad», y destacó que hablase en español, francés, alemán y húngaro. Por eso subrayó que Juan Pablo II «viene a España haciendo un gran sacrificio» y que «es una muestra de cariño hacia el país».
Monseñor Juan José Asenjo, secretario portavoz de la CEE, también presente en la rueda de prensa, explicó que el presupuesto del viaje papal asciende a «entre 220 y 250 millones de pesetas», y que se financiará «con las aportaciones de las familias religiosas cuyos miembros van a ser canonizados, por instituciones de ahorro y por empresas», aunque no concretó ningún nombre.