Así lo afirmó el cardenal Angelo Sodano al comentar con los periodistas la ola de represión que se ha desencadenado en la isla, y que ha implicado duras condenas contra disidentes políticos y la aplicación de la pena de muerte.
Al margen del Congreso mariano internacional celebrado en Castel Gandolfo, localidad a unos 30 kilómetros de Roma, el purpurado italiano afirmó que Juan Pablo II está convencido de que «debe continuar el diálogo» para contribuir a la democratización de Cuba.
«En la vida hay que dar a cada uno la posibilidad de salir del mundo en el que se ha encerrado. La gran esperanza que nutre el Papa, y que yo también nutro, es que pueda llevar a este pueblo hacia nuevas metas de democracia, respetando las conquistas que se han dado en estas décadas».
«Ha sido ciertamente una desilusión para el Papa y para tantos pueblos libres del mundo esta última decisión, con tres fusilamientos y con las condenas severas de los tribunales», confesó Sodano.
«El Papa ha expresado su propio dolor y ha pedido que al menos se den gestos de clemencia a favor de los encarcelados», recordó el cardenal en alusión a la carta que envió a Castro el pasado Domingo de Ramos.
«A través del nuestro óptimo nuncio en Cuba, monseñor Luis Robles Díaz, y a través de los obispos y el cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana, continuaremos ese diálogo. El diálogo nunca se interrumpirá, porque con todos los hombres existe una base para conversar», afirmó.