La propuesta fue planteada a la Convención europea por los participantes en la Conferencia internacional convocada por el arzobispo ortodoxo de Atenas, Christodoulos, sobre «Los principios y los valores sobre los que construir Europa».
En el encuentro participaron representantes de la Iglesia católica y anglicana. Encabezando la delegación del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, se encontraba el cardenal Roger Etchegaray, presidente emérito de Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz; mientras que la Iglesia anglicana estaba representada por el obispo de Londres, Richard Chartres.
Por parte ortodoxa, estaban presentes el Patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, y representantes de las Iglesias ortodoxas de Rusia, Albania y Rumania.