ROMA, 7 mayo 2003 (ZENIT.org).- El Jubileo del año 2000 es un fenómeno que no solo interesó a los 25 millones de peregrinos que llegaron a Roma en esa ocasión, sino que llama la atención de la sociología religiosa, especialmente en Italia.
Desde 1996 un grupo de sociólogos, encabezados por Costantino Cipolla y formado por Roberto Cipriani o Stefano Martelli, entre otros, empezó a analizar el «fenómeno Jubileo 2000».
El seminario de estudio «El Gran Jubileo de 2000» reunió el pasado martes en el Instituto Luigi Sturzo (http://www.sturzo.it) a los autores de las investigaciones, que han versado sobre distintos aspectos: el perfil de los peregrinos, la religiosidad que emanó del Jubileo, las motivaciones de los participantes, etc.
Roberto Cipriani, profesor en distintas universidades romanas, de Brasil y de Canadá, recalcó la dimensión de la oración entre los peregrinos: «La relevancia de la dimensión de la plegaria es uno de los indicadores que emergen de la indagación».
Como aspecto menos positivo, constata la falta de educación entre los participantes en el «significado de la indulgencia», pues según Cipriani, muchos de los peregrinos no entendían totalmente el sentido del perdón de los pecados, ni el significado de cruzar la Puerta Santa.
«El Jubileo de los otros» es otra dimensión de la investigación, que consiste en saber qué piensan distintos grupos religiosos unos de los otros. La conclusión es que existe desconocimiento entre las religiones, que motiva «juicios sin fundamento en un conocimiento real», alertó la profesora de Bolonia, Francesca Cremonini.
El sociólogo Pino Losacco, que registró durante el año jubilar el comportamiento de los jóvenes que participaron en distintas fiestas jubilares (llamados por él mismo los «Papaboys de Godstock», en referencia al concierto de Wodstock), confesó que como sociólogo laico tuvo que olvidar sus prejuicios y «prepararse espiritualmente para conocer bien el acontecimiento».
Su visión, admitió, «cambió radicalmente al entrar en contacto con la realidad, en la que descubrí que los peregrinos eran gente normal y corriente».
Este ambicioso programa sociológico ha estudiado el Jubileo a través de mil testimonios. Los resultados de estas encuestas se están publicando en una serie de ocho libros, algunos ya en circulación.