Los contribuyentes que marquen esa casilla en la Declaración destinan el 0,5 por ciento de sus impuestos a ayudar económicamente a la Iglesia.
Los responsables de la campaña han aclarado que marcar esa casilla no implica pagar más impuestos, sino que parte de la contribución que realizan se destinará a la Iglesia.
Desde la CEE han subrayado también que «es responsabilidad de todos los fieles colaborar en el sostenimiento económico de la Iglesia».
El dinero que los fieles destinan a la Iglesia a través de la Declaración de la Renta tiene una triple finalidad, explican estas fuentes: «El culto y el desarrollo de los programas de pastoral que aseguran la dimensión religiosa y humana de las personas y la promoción de los más necesitados; el mantenimiento de los edificios necesarios para desarrollar su labor: templos, salas de reuniones, etc., y la retribución de los sacerdotes, religiosos y seglares que se dedican a la atención de todos los fieles».
«La Iglesia también destina recursos económicos a las misiones, la formación de los sacerdotes y agentes de pastoral, el mantenimiento del patrimonio cultural, la construcción de nuevos templos, etc.», añaden.